TRAS LAS ADVERTENCIAS DE PABLO MOYANO, COMIENZAN LAS PARITAS DE CAMIONEROS

Un aumento “de un poco más 100%” del sueldo, esa será la principal exigencia que Pablo Moyano hará en representación del sindicato de Camioneros ante el empresariado en una nueva apertura de las paritarias.

   La cita tendrá lugar a partir de las 14 en el Ministerio de Trabajo, en la sede de Callao 114 (CABA) y en medio de una proliferación de conflictos sindicales signada por una inflación que promete trepar a los tres dígitos a fin de año.

   Camioneros buscará, de esa manera, superar el 94% alcanzado por la Asociación Bancaria (AB), que lidera Sergio Palazzo, de buen trato con Pablo Moyano, quien en la previa de la discusión salarial fue contundente.

   “Va a ser un número superior a ese. Espero que los empresarios vengan con una propuesta seria, sino el paro de los neumáticos va a ser un poroto en comparación con lo que vamos a hacer los camioneros”, disparó.

   Fue una señal de alarma también para el Gobierno Nacional que durante días vio como se le escurría de las manos el conflicto del SUTNA con los fabricantes de neumáticos, que acabó con un piso de la cartera de Trabajo tomado, cese de actividades, empresas cerradas y un desabastecimiento de ruedas en todo el país.

   Si bien finalmente hubo acuerdo entre esas partes, la advertencia de Moyano podría motorizar un sindicato de mayores contexturas y poder de fuego como es el de Camioneros.

   La discusión por el aumento de los sueldos de Camioneros tendrá una particularidad: el sindicato partirá de un piso del 31% de aumento que se pactó en abril pasado y a eso hay que sumarle la posibilidad de un bono adicional que Moyano anticipó que “será importante”.

   Según trascendió, rondaría entre los 20, 30 o 35 mil pesos a mantener durante tres meses, algo que no sería del agrado del empresariado. En el caso de los Bancarios, por su parte, cerraron un extra por $185 mil a pagar por el Día del Bancario.

   La discusión de paritarias del sindicato que aún lidera Hugo Moyano aunque hoy con un perfil más bajo que años anteriores, también se da en paralelo al pico de tensión que su hijo Pablo tuvo con sus pares de la CGT.

   El dirigente camionero amagó con renunciar luego de haber sido marginado de la cumbre en Olivos que los otros dos triunviros Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y el resto de la “mesa chica” de la central obrera encabezaron con el presidente Alberto Fernández.

   Pablo Moyano lidera un grupo de sindicalistas –algunos cercanos al kirchnerismo– que aboga por una postura más batalladora y presente en las calles, algo que choca con los manejos reposados y dialoguistas del sector más longevo del peronismo sindical.

   De hecho, fue uno de los pocos pesos pesados de la CGT que se solidarizó con los trabajadores de los Neumáticos, de perfil troskista y de la rama del denominado gremialismo combativo (y no afiliado a la central obrera), mientras llevaron a cabo su medida de fuerza.

   Por lo pronto, el moyanismo se sentará a hablar con los empresarios bajo

la idea fija de un aumento acumulado que podría rondar los 150% del sueldo, si se tiene en cuenta el acuerdo de abril, el nuevo pedido por encima de la inflación de tres dígitos y los bonos a repartir en tres meses.

   En representación de la Casa Rosada intervendrá el Ministerio de Trabajo que conduce Claudio Moroni, también cuestionado por Pablo Moyano.

   Las partes discutirán en medio de la posibilidad latente de que se desate un nuevo conflicto sindical protagonizado por uno de los mayores gremios del país.