SECTA EN VILLA CRESPO: DETUVIERON A UNO DE SUS INTEGRANTES QUE TENÍA PEDIDO DE CAPTURA INTERNACIONAL

Mientras sigue la investigación de la secta de Villa Crespo, personal de Prefectura Naval detuvo en las últimas horas a uno de sus integrantes en el partido bonaerense de Berazategui, tras permanecer prófugo y con pedido de captura internacional.

   Fuentes de la fuerza revelaron a NA que se trata de Gabriel Armando Sorkin, quien fue interceptado por los efectivos en las calles 221 y 229.

   El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal número 4, a cargo de Ariel Lijo, ordenó días atrás su captura internacional, en el marco de la investigación a la secta Yoga.

   Ante esto, los efectivos de Prefectura Naval se comunicaron con funcionarios judiciales de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 3 de Berazategui, que ordenaron la detención del involucrado.

   Lijo rechazó este martes la excarcelación solicitada por los entonces 19 detenidos de integrar la organización, entre ellos su líder Juan Percowicz.

   A su vez, el magistrado embargó 37 domicilios y 13 vehículos que pertenecen a los detenidos. .

   Su resolución llegó tras el pedido del fiscal Carlos Stornelli, junto con los miembros de la unidad antitrata, Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, para que siguieran privados de su libertad hasta tanto que se definan sus situaciones procesales.

   El principal apuntado en la investigación es Percowicz, un hombre de 84 años que encabezaba la secta y que continuará detenido hasta que el juez lo defina.

   En ese sentido, el magistrado pidió informes médicos para ver si tiene que acceder a un arresto domiciliario por su avanzada edad.

   La organización está bajo la lupa por hechos cometidos desde 2004.

   Estos incluyen desde estafas y trata de personas, hasta reducción a la servidumbre y la explotación sexual a las alumnas de la escuela de yoga.

   La secta de Villa Crespo operaba, según se estableció en la investigación, con un primer paso que consistía en la realización de un proceso de captación.

   Allí, le prometía a las víctimas que iban a “terminar” con los “males del SIDA y las drogas” y así “buscar el desarrollo de la felicidad”.

   Una vez que captaron su atención, utilizaban una escuela de yoga como establecimiento para cometer los delitos mencionados sobre esas personas.