La mesa chica de la Confederación General del Trabajo (CGT) decidió hoy que el próximo 17 de agosto realizará una gran movilización por el centro porteño para reclamar contra los formadores de precios, en medio de un contexto de inflación sostenida.
Será una marcha que encabezarán los gremios más grandes del país desde el Obelisco hasta las puertas del Congreso Nacional, con el objetivo de poner el ojo en quienes marcan el rumbo de los precios en el país, especialmente el de los alimentos.
Sin embargo, la movilización de la CGT, que encabezan Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña, pone el foco inevitablemente en la imposibilidad del Gobierno Nacional para controlar las subas de precios.
La decisión de salir a la calle se tomó este jueves en una reunión de la mesa chica, aunque será ratificada el próximo jueves 21 en el encuentro del Consejo Directivo de la central, que también llevará a cabo el próximo 26 de julio un acto en homenaje a Eva Perón.
Si bien la marcha no será una protesta abierta contra el Gobierno Nacional, se convertirá en un tiro por elevación contra la Casa Rosada, en momentos en que varios dirigentes de la CGT, entre ellos uno de sus secretarios generales, Moyano, cuestionaron las políticas que anunció la ministra de Economía, Silvina Batakis, en el inicio de esta semana.
“La movilización que pensamos hacer no es contra nadie.
Queremos simplemente exponer lo que está sucediendo y poner el esfuerzo para salir adelante. Queremos levantar la consigna de desarrollo, producción nacional y trabajo, consideramos que eso se logra con unidad nacional, del oficialismo y la oposición”, indicó el secretario adjunto de la central, Andrés Rodríguez, en declaraciones a Radio 10.
Se espera que durante la protesta del próximo 17 de agosto se escuchen voces de gremialistas que apunten también a modificar el rumbo económico del Gobierno.
Además, será la primera vez que la central realice una movilización desde el inicio de la gestión del presidente Alberto Fernández en diciembre de 2019.
La protesta de los sindicatos se enmarcará en un creciente clima de reclamo al Gobierno para mejorar las condiciones de los trabajadores y de los sectores más vulnerables, golpeados por la inflación, que también se materializa en manifestaciones de las agrupaciones sociales oficialistas y opositoras.