La escalada del dólar blue podría terminar provocando una mayor inflación en moneda norteamericana entre los principales insumos que utiliza la producción agropecuaria.
Así lo advirtieron expertos del sector, ya que la suba del dólar marginal de los últimos días puso nuevamente en alerta al agro.
En lo que va de julio la divisa norteamericana tuvo una fuerte escalada en el mercado negro.
Este panorama provocó una preocupación extra entre los productores agropecuarios, porque la brecha cambiaria es cada vez más grande e impacta de manera directa sobre su ecuación económica.
A las retenciones, restricciones cambiarias impuestas por el Banco Central y la presión fiscal, ahora se suma el aumento del dólar en el mercado informal, señalan consultores agropecuarios.
Los US$ 4,20 que se pagaban en 2020 por el litro de glifosato en la actualidad se comercializan un 108% más, a US$ 8,80.
La tonelada de urea pasó de 387 dólares promedio en 2020 a 620 este año, un 60% más.
El fertilizante fosfato pasó de 467 a 840 dólares y los 1.000 metros de alambre 17/15, que se pagaban unos 84 dólares el año pasado, en la actualidad se abonan 161 dólares, un 91% más.
Por lo tanto, la brecha cambiaria superior al 80% llevará a restricciones en la importación que opacará los mercados y donde los importadores podrían retener productos hasta que el dólar oficial “camine hacia un valor lógico”, señalaron fuentes del sector comercializador.
Ocurre que para comprar el mismo producto se necesita más nivel de producción en la relación de insumo-producto.
Matías Lestani, director del Departamento Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), advirtió que el tema es “preocupante” porque, previo a la campaña gruesa que se inicia en septiembre con la siembra del maíz, “rápidamente los valores de los insumos se incrementarán entre 3% y 5%”.
“Esta ancla cambiaria que puso el Gobierno para contener la inflación y que permanecerá por lo menos hasta enero del año que viene conducirá a que quien quiera insumos los deba pagar más caro”, señaló.
Estimó que “el productor comprará con un dólar muy alto y, cuando venda su producción, lo hará a un dólar pisado por la intervención viciosa del Gobierno en la economía”.
“Va a pasar lo mismo que sucede con la compra de neumáticos.
Si los precisás, el valor lo ponen los importadores”, explicó.
En tanto, Martín Nava, analista financiero de AZ-Group, calificó a la situación de “brecha salvaje”, y dijo que comenzará a tener “efectos nocivos inmediatamente”.
“Cuando los dólares paralelos empiezan a despegarse de la moneda por la cual se intermedia y se comercializan las importaciones y las exportaciones, automáticamente se complican las importaciones, porque hay importadores que por el cepo a veces no consiguen las divisas oficiales para importar y lo deben hacer a valor blue y eso indefectiblemente se traslada a inflación y tiene impacto en el agro”, sostuvo Nava.
Por su parte, Lestani explicó que no se disparan aún más los precios porque en el mercado de semillas y agroquímicos hay suficientes stocks para una campaña y media.
En cambio, dijo que “con los fertilizantes o fosforados que vienen de afuera, el escenario es más complicado”.
Consideró fundamental que se regularice el aprovisionamiento de insumos de importación, porque al no estarlo la “incertidumbre es mayor y se pierde el parámetro relativo de precios”.
Incluso, señaló que algunos productores no sembraron trigo en esta campaña por el alto valor de los insumos.