El proyecto que crea un nuevo régimen de promoción del sector de biocombustibles, aunque con menores beneficios respecto del régimen vigente, fue aprobado esta madrugada, pese al rechazo de buena parte de la oposición en una votación que favoreció al Frente de Todos que obtuvo 43 votos a favor, mientras que hubo 19 en contra.
Este nuevo régimen regirá hasta el 31 de diciembre de 2030 (con posibilidad de prórroga por cinco años más) y establecerá una reducción del 10 al 5% en el corte obligatorio mínimo para el biodiésel.
Esta pérdida de beneficios fue la principal razón que esgrimió Juntos por el Cambio para oponerse a la reforma.
“Este proyecto va en contra de los objetivos declamados porque reduce al 50% los niveles de corte. Eso va a desalentar nuevas inversiones y va a hacer peligrar las inversiones existentes”, alertó el jefe del bloque del PRO, Humberto Schiavoni.
“Hay que reconocer que ha sido un régimen muy exitoso, pese a no haber sido originado en nuestro gobierno sino en la presidencia de Néstor Kirchner”, agregó el misionero, que recordó que el 30 de octubre del año pasado el Senado en su totalidad (incluido el oficialismo) había aprobado por unanimidad la prórroga de ese régimen, que ahora quedará sin efecto con la nueva ley.
“Terminan ganando el sector petrolero y el sector de la generación de energía térmica, en un contexto en que estamos importando gas”, advirtió.
En la misma línea, la radical Pamela Verasay indicó que “no hubo ni un solo informe técnico con sustento ambiental que justificara la forma en la que la Secretaría de Energía reduce a la mitad los cortes de biodiesel”.
“El mundo va hacia la descarbonización y no hubo ningún informe que justificara esta decisión”, agregó la mendocina.
De acuerdo a la letra de la norma, la Secretaría de Energía podrá reducir el corte hasta el 3% “cuando el incremento en los precios de los insumos básicos para la elaboración del biodiésel pudiera distorsionar el del combustible fósil en el surtidor, o ante situaciones de escasez por parte de las empresas elaboradoras”.
En cuanto a las naftas, se mantendrá el 12% de corte mínimo obligatorio de bioetanol, mientras que en el caso del combustible elaborado a base de caña de azúcar, se fijó que el corte mínimo deberá ser del 6%, mismo porcentaje establecido para el bioetanol a base de caña de maíz.