EL GOBIERNO PREVÉ QUE LA DEVOLUCIÓN DE GANANCIAS PARA ASALARIADOS SE CONCRETE A PRINCIPIOS DE JUNIO

Más de 1,2 millones de empleados en relación de dependencia con salarios de hasta $150.000 brutos percibirán en junio próximo la devolución de lo retenido por el impuesto a las Ganancias, ya que el Ministerio de Economía avanzó en la reglamentación de la ley, trascendió hoy.

   El Palacio de Hacienda envió el texto de la reglamentación para que sea revisado por la Secretaría Legal y Técnica a cargo de Vilma Ibarra.

   Una vez aprobado, la AFIP emitirá la resolución correspondiente, lo cual se estima ocurrirá en los próximos días.

   El avance en la reglamentación posibilitará que ya con el sueldo de mayo los asalariados dejen de pagar el tributo, y reciban el reintegro de lo que se les retuvo en lo que va del año, indicaron fuentes oficiales a la agencia NA.

   La norma había sido aprobada en el Congreso el 8 de abril último, pero aún no entró en vigencia porque está pendiente la reglamentación.

   Cuando la ley fue aprobada, se esperaba que fuera reglamentada de inmediato para que impactara en los sueldos de abril, pagados en mayo.

   La reglamentación se fue demorando y, transcurridos veinte días de mayo, tampoco había tenido novedades.

   Ante ese escenario de incertidumbre, legisladores de la oposición, contadores y tributaristas advirtieron que si la reglamentación no estaba terminada antes del 24 de este mes, las empresas no harían a tiempo para incluirla en la liquidación salarial.

   Si se avanza en las próximas horas, se llegará a tiempo para que los cambios impacten en forma favorable sobre el consumo en un escenario de crisis económica, otra de las metas de la ley.

   El costo fiscal estimado para este año por la devolución impositiva será de unos $45.000 millones.

   En el Gobierno destacan que la devolución representará un alivio para los bolsillos de los asalariados que tienen cierta capacidad de ahorro, y confían en que esos fondos extras se vuelquen al consumo.

   No obstante, también hay preocupación por la posibilidad de que ese dinero vaya a parar al mercado cambiario, y presione sobre la cotización del dólar, tanto el oficial como el blue.