La Aduana interceptó un camión de origen paraguayo cuando intentaba ingresar al país por el paso Cristo Redentor en Mendoza con una carga de placas para minado de criptomonedas declarado como cajas de receptores de TV por internet, controles remotos y conectores.
Fuentes vinculadas a la causa señalaron que en efecto, llevaban un excedente no declarado de 300 cajas con placas por un valor de más de 240 millones de pesos.
En otro operativo en la Ciudad de la Plata y luego de un pequeño incendio, el organismo descubrió una granja de minado del que se sospechas irregularidades en la importación de unas 1000 máquinas y otros insumos tecnológicos valuados en cerca de 1,5 millones de dólares.
El organismo que dirige Guillermo Michel secuestró la totalidad de la carga, el medio de transporte y radicó la debida denuncia penal por el delito de contrabando ante el Juzgado Federal número 1 de Mendoza.
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP descubrieron un contrabando de placas para minado de criptomonedas en el camión de una empresa paraguaya que ingresó a la Argentina proveniente de Chile.
La carga que éste declaró al hacerse presente en el Paso Fronterizo Internacional Cristo Redentor, en Mendoza, consistía en 1.089 cajas con receptores de TV por Internet, controles remotos y conectores.
No obstante, el paso del vehículo por el escáner arrojó imágenes que despertaron sospechas en el personal aduanero: lo que veían en la pantalla era incompatible con lo que el camión debía estar llevando.
Así, procedieron a una revisión física de la carga y, en primer lugar, encontraron que tenía un excedente no declarado de 300 cajas.
Luego, al abrirlas encontraron que en su interior había equipos de informática: concretamente, 300 placas para minado de criptomonedas WHATSMINER M31S+ y WHATSMINER M30S+, valuadas en más 240 millones de pesos.
Incluso, la empresa paraguaya presentó documentación sosteniendo que lo que las cajas contenían eran CPUs valuadas en USD 30 por unidad, pero ya era tarde: una rápida búsqueda de las marcas visibles en los productos dejaba en claro que se trataba de otra clase de mercadería y mucho más valiosa.
En ese marco, la Aduana secuestró la totalidad de la carga, el medio de transporte y radicó la debida denuncia penal por el delito de contrabando ante el Juzgado Federal número 1 de Mendoza