EX MINISTRO DE ENERGÍA DE MACRI RECHAZÓ LA SEGMENTACIÓN DE TARIFAS

La segmentación de tarifas generará muchas “injusticias”, advirtió hoy el ex ministro de Energía durante el Gobierno de Mauricio Macri, Juan José Aranguren.

   El ex funcionario nacional consideró que lo mejor sería cobrar el total de la energía que corresponda y otorgar una tarifa social a hogares vulnerables.

   Para Aranguren, se siguen “repitiendo errores y se distorsionan precios con la segmentación de tarifas, lo que en el largo plazo termina siendo perjudicial”.

   En declaraciones radiales, el ex presidente de Shell Argentina dijo que el costo de la energía “se lo está pagando igual. ¿Sino cómo puede ser que con tarifas energéticas controladas haya esta inflación?”.

   “Al no tener energía suficiente hay que importarla y hacerle frente a su costo: la estamos pagando de forma indirecta”, advirtió.

   Además, propuso que la energía tenga el “valor percibido real, de lo que cuesta producirla. Para poder subsidiar a los hogares vulnerables, tiene que haber una tarifa social federal”.

   Para Aranguren, la actual política energética “no es posible sostenerla en el tiempo” y graficó que la Argentina “no es Arabia Saudita”. “No nos sobra la energía, ahí sí podría ser una política de Estado regalar la energía”, añadió.

   El ex ministro también se quejó de la falta de “políticas que den certeza a quienes van a invertir”.
   “Tenemos que convertirnos en exportadores de energía, que nos va a permitir generar divisas. Lo que se está ajustando es el costo de energía, no el costo de su distribución. Seguramente se van a generar muchas injusticias”, insistió.

   Y agregó: “Lo mejor va a ser que en la factura figure lo que cuesta generar esa energía. Si hay que subsidiar a un sector vulnerable, hay que hacerlo de forma tangible y directa”.

   Por otra parte, se refirió a la demora en construir el gasoducto Néstor Kirchner y apuntó que “este Gobierno no hizo absolutamente nada y en diciembre de 2020 decidió derogar el decreto que había convocado a la licitación”.

   “Es una inversión de riesgo. ¿Por qué dársela al Estado y no a los privados?”, se preguntó.