LA CGT RESPALDÓ A BATAKIS PERO EXIGE RESPUESTAS Y UN FIN A LAS HOSTILIDADES INTERNAS: “ESTAMOS CERCA DEL ABISMO”

La CGT decidió respaldar a la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, pero mantiene el pedido de mejorar salarios e inflación, y reclama poner fin a las hostilidades internas.

   “No hay ninguna posibilidad de hacer un paro, lo aclaro desde ya”, dijo hace poco más de quince días Héctor Daer, miembro del triunvirato que dirige la CGT y secretario general del sindicato de Sanidad.

   En otras oportunidades, esa misma respuesta han dado los otros dos coconductores de la central obrera: Pablo Moyano, de Camioneros, y Carlos Acuña, de Estaciones de Servicio.

   Pese a que el descontrolado ritmo de la inflación y el aumento de precios golpea sistemáticamente los bolsillos de los trabajadores, el presidente Alberto Fernández ha tenido el acompañamiento de la central obrera, que sucesivamente descartó salir a protestar a las calles. .

   Esa posición no ha cambiado, pero en los últimos días la preocupación se disparó.

   Es que desde entre los gremios crece la inquietud no solo por un panorama económico al rojo vivo, sino porque también ven un gobierno paralizado por las múltiples internas en sus filas e incapaz hoy de avanzar hacia un norte que traiga esperanzas de cambios al corto o mediano plazo.

   Las últimas dos semanas, desde la CGT han monitoreado con suma atención la situación de Alberto Fernández.

   El mandatario ha sido la figura de poder a la que el sindicalismo tradicional ha respondido en estos dos años pero a quien cada vez notan más debilitado frente a los embates de la vicepresidenta Cristina Kirchner, históricamente ubicada más cerca de los gremios alternativos, con la CTA a la cabeza.

   Desde la salida de Matías Kulfas, el presidente no solo perdió a su alfil en el Ministerio de Desarrollo Productivo. En paralelo, su autoridad inició un proceso de degradación a velocidad crucero en el Frente de Todos.

   La última estocada llegó el pasado sábado, cuando se produjo la renuncia de su mayor ministro, Martín Guzmán, cuya labor al frente del Ministerio de Economía nunca pasó el filtro cristinista.

   En la jura de la nueva ministra de Economía en la Casa Rosada, estuvo la CGT, representada por Héctor Daer y Pablo Moyano, entre otros.

   Fue un gesto de cordialidad por parte del sindicalismo para mantener, al menos públicamente, la expectativa de la nueva designación.

   Luego, la comitiva gremial se dirigió a la sede porteña de UPCN. Allí, la llamada “mesa chica” juntó a los co-secretarios generales que conducen la central obrera (a los mencionados se sumó Carlos Acuña) con los secretarios generales Gerardo Martínez (UOCRA), Abel Furlán (UOM), Guillermo Moser (Luz y Fuerza, y Mario Manrique (SMATA), Sergio Romero (UDA), Mario Caligari (número dos de la UTA), Rodolfo Daer (Alimentación), Argentino Geneiro (Gastronómicos) y Jorge Sola (Seguros), además del anfitrión Andrés Rodríguez.

   “Estamos en una situación muy crítica, cerca del abismo. Los trabajadores estamos sumamente preocupados por el nivel de pobreza y la falta de inversión. Algo tenemos que hacer, no podemos quedarnos de brazos cruzados”, apuntó Gerardo Martínez, jefe sindical de la UOCRA.

   Previo a la jura de Batakis y al encuentro de la “mesa chica” de la CGT en UPCN, el titular de este sindicato y adjunto de la central obrera, Andrés Rodríguez, también había mencionado “dejar de exponer la interna” y llamó a la unidad del Gobierno.

   “Nosotros no consideramos que así (por las internas) se garantice la institucionalidad y la gobernanza de la Argentina. Es una cuestión de conducción política. El Frente de Todos debe generar acuerdos internos, no debatirlos públicamente y fortalecer una estructura política que también incluye a los gobernadores, intendentes y la CGT”, dijo en diálogo con la AM 990.

   En más de dos horas de intenso un debate en UPCN que alcanzó la noche, ayer los sindicalistas cruzaron posturas y coincidieron en la necesidad de reunirse a la brevedad con Batakis para conocer su hoja de ruta en medio de una situación económica límite.

   En paralelo, se ratificó la idea de blindar al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, otro funcionario reprobado por Cristina Kirchner y apuntado por La Cámpora.

   Mientras las fichas del Ministerio de Economía se reacomodan, el sindicalismo pautó un nuevo encuentro propio para de dentro de dos semanas, por su parte.

   Será durante la cumbre del Consejo Directivo de la CGT el próximo 14 de julio, el mismo día en que el INDEC difundirá su nuevo informe sobre la inflación de junio, cuyos resultados podrían auguran un panorama oscuro, y terminar con el anuncio de una movilización por parte del sindicalismo, que en estos dos años ha visto como las organizaciones sociales tomaron la posta de las protestas en las calles.

   No se trataría de un paro general, pero sí de una marcha “contra los formadores de precios”.